Tarot Marisa Conde, Vidente y Médium

«Tarros» para la mente

Hacer «tarros para la mente» es una manualidad divertida y una forma estupenda de enseñar a los niños cómo la práctica de la atención plena les ayuda a calmarse y concentrarse.

NECESITAS

Intentadlo juntos

Añade agua al tarro hasta que esté lleno en tres cuartas partes. Invite a su hijo a añadir la misma cantidad de purpurina, o una alternativa, al tarro.

Es útil utilizar algo que se hunda hasta el fondo; las cuentas pequeñas o los botones funcionan bien. Diviértete mezclando diferentes colores y texturas (si usas arena, puedes añadir colorante alimentario).

Cierra bien (o incluso pega) la tapa en el tarro. Su hijo puede decorar la parte superior del tarro con rotuladores permanentes u otros materiales de manualidades, según desee.

Explique a su hijo que el tarro representa su mente, que suele estar muy ocupada con sus pensamientos. (Agite el tarro para mostrar el remolino de cuentas, purpurina, etc. para representar cómo nuestra mente puede nublarse completamente con nuestros pensamientos o nuestros fuertes sentimientos).

¿Qué sientes cuando esto sucede?

A continuación, tómate unos minutos para hacer una respiración consciente con tu hijo. Al respirar profundamente, observa cómo el contenido del frasco se deposita en el fondo. Una vez que se haya asentado, pregúntale a tu hijo cómo se siente. (Puede decir que se siente relajado o tranquilo, aunque cualquier respuesta es buena). A continuación, hable del aspecto que tiene ahora el tarro de la mente (está mucho más tranquilo y el agua es clara).

Explica que lo mismo puede ocurrir con nuestra mente. Puede sentirse frenética y ocupada, pero si nos detenemos un momento y dejamos que nuestro cuerpo descanse mientras respiramos profundamente, las cosas se calman y nuestra mente se aclara un poco.

VARIACIÓN PARA LAS EDADES DE 3 A 6 AÑOS

El concepto de «mente ocupada» puede ser difícil de entender para los niños más pequeños. Puede que les resulte más fácil entender el ajetreo y la hiperactividad de su cuerpo. Pídales que se pongan de pie y sostengan el tarro de la mente con ambas manos mientras giran su cuerpo de un lado a otro, saltan o se contonean tan rápido como pueden.

A continuación, deja el tarro de la mente en el suelo y pídeles que se den cuenta de que su cuerpo probablemente se siente como el tarro, todo arremolinado, activo e inquieto. Respira profundamente unas cuantas veces y fíjate en lo que le ocurre al frasco, a su cuerpo e incluso a sus pensamientos durante unos momentos de descanso.

VARIACIÓN PARA LAS EDADES DE 7 A 11 AÑOS

Pregúntale a tu hijo mayor si alguna vez siente que hay demasiadas cosas dando vueltas en su cabeza en la escuela. Es posible que se sienta abrumado al tratar de equilibrar las tareas escolares, los deberes, las amistades y todo lo que tiene que atender durante el día.

Dile que puede intentar visualizar su mente en calma incluso cuando está en la escuela. Puede respirar profundamente en su pupitre para que todo se asiente y pueda ver las cosas con más claridad.

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