Sobre todo en los tiempos que corren hemos aprendido que la familia es el pilar más importante de nuestra vida. Y esta misma premisa ha llevado a muchas personas a preguntarse de qué manera pueden protegerla. En este artículo vamos a presentarte dos rituales para protección familiar que esperamos que te sirvan de ayuda.
Ritual de protección familiar con magia blanca
Este ritual está enfocado especialmente a ayudar a resolver conflictos entre personas de la unidad familiar. Funciona cuando hay disputas o desacuerdos entre dos o más miembros.
Objetos necesarios: Para realizar este ritual necesitaremos una vela de color blanco, un papel y un bolígrafo de tinta negra.
En el papel apuntamos con el bolígrafo de tinta negra los nombres de las personas que están enfadadas o que han tenido disputas y que queremos que arreglen sus diferencias. Doblamos el papel y lo metemos dentro de donde va a consumirse la vela, es decir, en el fondo del porta velas o de la superficie donde va a estar colocada. El papel tiene que quedar justo debajo de la vela.
A continuación tomamos la vela y la limpiamos para quitar cualquier tipo de energía que pudiera haber dejado cualquier persona que haya tocado la vela. Colocamos la vela en la superficie que hayamos escogido, sobre el papel, y la encendemos. Cuando lo hayamos hecho, pensamos y reflexionamos unos minutos sobre esas personas que están apuntadas en el papel y que queremos que arreglen sus problemas.
A continuación recitamos las siguientes frases:
“Pido por el poder de esta vela y de su energía purificadora que se refuerce la unidad familiar y pido a las fuerzas ocultas que ejerzan su influencia positiva para que estas personas (decimos el nombre de las personas que están apuntadas en el papel) puedan tener un sereno encuentro y con buena disposición para arreglar cualquier negatividad.”
Ahora dejamos la vela consumir en su totalidad y damos el ritual por terminado.
Ritual para proteger el hogar
Para este ritual necesitaremos una rama de laurel, una piedra de sulfato de cobre azuli y cuatro vasos de agua.
Con los materiales listos, el jueves por la noche colocamos los vasos de agua en cuatro extremos de la casa representando los puntos cardinales. Luego cogemos la rama de laurel, la mojamos en los vasos de agua y vamos salpicando todas las estancias de la casa mientras repetimos:
“Por Terol, por Sanz, por Nemred, por todos los dioses del mundo de las aguas, con la intersección de las sílfides, con la fuerza de Monteri, con los beneplácitos de todos ellos, que todas las fuerzas benéficas del elemento primordial, me ayuden a purificar y proteger este mi hogar”